Salud mental y problemas económicos

¿Cómo afecta la economía a la salud mental y emocional?
Las consecuencias económicas de los problemas y trastornos mentales suelen expresarse en la reducción del ingreso personal, de la habilidad de la personas y de sus cuidadores para el trabajo; también afecta la productividad en el ámbito laboral y por ende en la contribución a la economía nacional.


Los expertos avisan: una mala salud financiera puede conllevar problemas de salud mental. Los gastos inesperados, la incapacidad de ahorrar para la jubilación y los tratamientos médicos que conllevan un desembolso importante suelen ser factores que pueden desencadenar estrés, ansiedad y otros trastornos.

 El impacto de las crisis económicas en la salud mental
Muchos estudios han correlacionado las crisis económicas con el aumento de muertes por suicidio, en una proporción del 0,8% de aumento en la tasa de suicidio por cada 1% de aumento en el desempleo. Esta misma relación con el desempleo se presenta con los trastornos mentales como depresión y ansiedad, entre otros.

Las consecuencias de la estabilidad económica en la salud mental de los jóvenes puede provocar ansiedad permanente por el dinero pudiendo conllevar conductas de alto riesgo como el abuso de alcohol y drogas, excesos con la comida o comportamientos sedentarios que contribuyen a empeorar la salud mental y física de la persona.
Los sectores de población más afectados son las mujeres y los jóvenes, ya que en ellos repercuten directamente las consecuencias de una mala gestión financiera por parte de las familias.
Los expertos indican que hay una relación clara entre las dificultades económicas y los problemas de salud mental de los estudiantes.
Un estudio de Springer Link, en el que han participado más de 400 estudiantes británicos, revela que los problemas económicos pueden provocar estrés, depresión, ansiedad o alcoholismo.
Estos males se agravan en los casos en los que los jóvenes se ven obligados a abandonar sus estudios o no pueden ir a la universidad por motivos económicos.
Por otro lado, el alcoholismo o la ansiedad provocados por la mala salud financiera pueden empeorar más la economía del estudiante, haciendo que la situación se retroalimente en las dos direcciones.

¿Cómo puedo cuidar mi salud mental ante una crisis económica? 
Los estudios nos muestran que, a nivel físico, el estrés financiero genera fatiga, dolores de cabeza, náuseas, tensión muscular, falta de concentración y más vulnerabilidad hacia contraer enfermedades.
Estar constantemente alerta por llegar a fin de mes puede también acarrear efectos en nuestra respuesta emocional y afectiva. Podemos estar tensos en el trabajo, pasar las noches sin dormir y estar más irritables.
Por otro lado, no hay que olvidar que cuando las dificultades económicas propias de una crisis impactan de manera seria nuestra vida, surgen también problemas a nivel personal.
Se hacen más frecuentes las discusiones de pareja, con los hijos y en el sistema familiar. También se dan cambios a nivel social, ya que cuando el cinturón aprieta, lo primero de lo que se tiende a prescindir son las actividades de ocio.

Te compartimos aquí algunas estrategias que pueden ser útiles al momento de sobrellevar una problemática financiera.

Estrategias económicas:
  1. Mentalízate. Organiza tus necesidades en orden de prioridad. Identifica en qué se puede economizar, los gastos básicos y las deudas o préstamos que debes pagar y evita ignorarlos. Esto ayudará al proceso de encontrar medidas o soluciones de manera más clara e inmediata.
  2. Infórmate. Busca información y apoyo en personas expertas sobre el tema para así tener una mejor orientación al momento de tomar decisiones grandes de forma segura.
  3. Establece metas. Considera tus ingresos y gastos en base a estos. Idea un presupuesto que te permita reconocer diferentes categorías en las que se pueden distribuir los gastos.
  4. Busca otras fuentes de ingreso. A partir de tus propios conocimientos o habilidades, puedes buscar actividades o productos que te permitan mantener activo tu flujo de ingresos.

Estrategias psicológicas:
  1. Busca espacios de esparcimiento. Retoma hobbies o actividades que te generen distracción y placer, esto evitará la creación de pensamientos intrusivos.
  2. Realiza ejercicios de relajación. Mantener la atención dirigida ante una crisis permite tener mejor manejo de las emociones y pensamientos.
  3. Reduce tu exposición a los medios de comunicación. En ocasiones el constante bombardeo de noticias puede ser un factor de riesgo que en lugar de informarnos genere un estado de alerta y angustia excesiva.
  4. Mantén activas tus redes de apoyo. Informar sobre la situación a tu familia o personas cercanas puede ser de apoyo para sobrellevar la situación.
No olvides que si estas en una situación extrema consultar a un profesional.

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